Triunfo sufrido para el Manchester United en Old Trafford – Agencia de Noticias Órbita

Old Trafford celebró su tercera victoria en casa desde la llegada de Rúben Amorim. El técnico portugués, quien había reconocido liderar «el peor Manchester United de la historia» y acumulaba siete derrotas en diez partidos, encontró algo de alivio en la Europa League. Con este triunfo ante el Rangers, al United le bastará un punto frente al FCSB en la última jornada para acceder a los octavos de final y evitar el playoff. Los ingleses siguen invictos en la competición continental, aunque necesitaron algo de fortuna y un gol agónico de Bruno Fernandes para superar a su rival.

El partido comenzó con una ocasión temprana de Garnacho en el segundo minuto, pero el United tuvo problemas para encontrar fluidez. A pesar de dominar la posesión, no lograba incomodar a un Rangers que se defendía con orden y buscaba el contragolpe. Los escoceses estuvieron cerca de abrir el marcador en el minuto nueve, cuando Collyer perdió el balón en campo propio e Igamane filtró un pase perfecto para Raskin, quien no pudo concretar ante Bayindir. No fue hasta pasados 20 minutos que el United comenzó a rondar la portería de Butland. Un cabezazo de De Ligt terminó en gol anulado por una falta previa sobre Pröpper, y el primer tiempo concluyó sin mayores sobresaltos.

En el segundo tiempo, los locales mostraron una mejor cara. Garnacho volvió a ser protagonista temprano, forzando un saque de esquina. Fue en el minuto 52 cuando la suerte, esquiva en meses recientes, favoreció al United. Eriksen lanzó un córner que Butland intentó despejar con un puñetazo, pero el balón rebotó en sus propios nudillos y terminó en la red. El gol, cargado de bizarrismo, puso el 1-0 para los ingleses.

El poste evitó que Garnacho ampliara la ventaja tras un pase de la muerte de Diallo en el minuto 60, y Maguire, libre de marca en el 65, falló un cabezazo claro tras un centro de Eriksen. Pese a las dificultades, el United logró preservar el marcador y sumar un triunfo que alivia momentáneamente la presión sobre el equipo.