La pobreza urbana se mantiene como deuda pendiente del Estado
La leve mejora en cifras nacionales oculta un problema creciente: la pobreza urbana y la falta de acciones concretas

La leve mejora en cifras nacionales oculta un problema creciente: la pobreza urbana y la falta de acciones concretas para enfrentarla.
Según los últimos datos del INEI, la pobreza monetaria en el Perú disminuyó de 29 % a 27.6 %, impulsada por la estabilización de precios, especialmente de alimentos, y una leve recuperación del crecimiento económico tras un año de recesión. Si bien esta reducción es una noticia alentadora, persisten serios desafíos. “Los desafíos usuales y estructurales han cambiado poco y, a ellos, se suman retos crecientes como la inseguridad ciudadana, que gana terreno y dificulta esta lucha”, advirtió Paola Del Carpio Ponce, coordinadora de investigación de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes).
A nivel territorial, la pobreza disminuyó en 23 de los 26 departamentos evaluados, sin embargo, la tasa nacional sigue siendo más de siete puntos porcentuales superior a la de 2019. Del Carpio destaca que “siete de cada diez pobres en el Perú residen en áreas urbanas”, una tendencia preocupante que se ha agravado desde la pandemia. Aunque hubo una leve mejora en 2024, la pobreza urbana continúa por encima de los niveles del 2020, lo cual evidencia la falta de una estrategia diferenciada y clara para atender las dinámicas particulares de estas zonas.
Además, la especialista subraya que combatir la pobreza urbana implica abordar múltiples factores, desde la informalidad laboral hasta la creciente inseguridad. “La inseguridad tiene una relación causal bidireccional con la pobreza y también frena el crecimiento económico”, sostuvo, destacando la necesidad de medidas integrales que incluyan mejoras en infraestructura, servicios básicos, empleabilidad y seguridad.
Fuente: Gestión