Jaime Bayly expresa preocupación por misterioso bulto en su estómago y niega revisión médica

El escritor y conductor de televisión Jaime Bayly ha encendido las alarmas entre sus seguidores al compartir un inquietante problema de salud. A través de su columna, el escritor de 59 años confesó haber notado “una bola en medio del estómago”, describiéndola como del tamaño de una pelota de golf o de ping-pong. Aunque la protuberancia no le causa dolor, Bayly aseguró que su presencia es “meramente decorativa”, y restó importancia al asunto, asegurando que no representa una amenaza inmediata.

La situación ha causado gran preocupación en su esposa, la periodista Silvia Núñez del Arco, quien ha insistido en que se realice un chequeo médico. Sin embargo, Bayly, en su característico estilo irreverente, dejó en claro que no tiene intención de acudir a un profesional de la salud. «No creo en los chequeos médicos porque no creo en los médicos», expresó el escritor, al justificar su postura por malas experiencias pasadas con médicos que, según él, exageraban los diagnósticos con fines económicos.

Lo que añade una capa de tensión a la situación es el hecho de que Bayly reveló que su propio padre padeció de un síntoma similar en el pasado, que culminó con un diagnóstico de cáncer y su posterior fallecimiento a los 70 años. «Mi padre, cuando cumplió setenta años, le salieron unas bolas en la barriga. Murió de cáncer un año después», recordó Bayly, quien también mencionó que otros miembros de su familia han sufrido de cáncer.

A pesar de la historia familiar, el escritor parece más preocupado por su hija de 13 años, a quien desea ver crecer. «No quiero dejarla tan pronto. Quiero verla florecer», comentó. Este amor por su hija podría ser el factor que lo impulse a reconsiderar su postura frente a la salud, aunque hasta el momento sigue rechazando cualquier tipo de intervención médica.

Bayly también compartió con sus seguidores que no es la primera vez que enfrenta un bulto en su cuerpo. Hace años, sufrió de ginecomastia, una condición que provocó el crecimiento de una glándula mamaria masculina. El escritor relató con humor que la intervención quirúrgica para eliminar la “teta femenina” no fue una de sus mejores decisiones.

Mientras tanto, la incertidumbre sigue rodeando el estado de salud de Bayly, quien continúa minimizando el problema a pesar de las preocupaciones familiares. El tiempo dirá si decide finalmente buscar atención médica.