Dina Boluarte le rindió honores de Estado en Palacio de Gobierno

Volvió a Palacio de Gobierno después de 24 años. El ataúd con los restos del expresidente Alberto Fujimori, escoltado por sus hijos, nietas y dos de sus hermanos, fue trasladado por la alfombra roja hasta la puerta de la Casa de Pizarro, donde recibió honores de Estado de parte de la mandataria Dina Boluarte.

Acompañada por el Consejo de Ministros, la presidenta esperó al cortejo fúnebre en el Patio de Honor. A la 1:00 p. m., la carroza ingresó por la puerta principal en la Plaza Armas y el estado mayor del regimiento de caballería Húsares de Junín acompañó al ataúd hasta las escaleras de Palacio, lugar desde donde gobernó el país desde 1990 hasta el 2000.

Cubierto con la bandera peruana, el féretro recibió el homenaje oficial “conforme a los honores póstumos que se rinden a un exmandatario”, señaló la Presidencia a través de un comunicado. El regimiento disparó las tradicionales 21 salvas. Visiblemente conmovidos, Keiko y Kenji Fujimori se acercaron a los restos y la mandataria les dio un abrazo en señal de consuelo, mientras decenas de concurrentes, entre ellos congresistas y otras autoridades, observaban en silencio La banda militar entonó la “Marcha de banderas” y luego una marcha fúnebre, a la par que Boluarte y sus ministros reiteraron sus condolencias a los familiares sin ofrecer ningún discurso.

Poco antes, el cortejo fúnebre que llevaba los restos de Fujimori se había trasladado desde el Gran Teatro Nacional, en San Borja, donde se celebró una misa de cuerpo presente. Durante su recorrido por avenidas y calles recibió el saludo de miles de simpatizantes, muchos de los cuales llevaban polos con su rostro, gorros, carteles y pancartas con su nombre o frases como “Gracias, Chino”, “Fujimori, el mejor presidente” o “¡Chino, Chino, Chino…!”. “Mi esposa y yo hicimos una cola de 2 horas para despedirlo. Muy orgulloso de ello. Soy su amigo desde hace 35 años, he trabajado con él 10, y hasta lo he acompañado en Tokio 3 meses, pero no puedo faltarle el respeto con privilegios a la maravillosa gente que cubría 4 cuadras de cola”, dijo Carlos Orellana, su exsecretario de prensa, quien lo acompañó varios años en Palacio de Gobierno.

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