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La jornada internacional destaca la necesidad de seguimiento médico y educación para garantizar seguridad y calidad de vida. Por
La jornada internacional destaca la necesidad de seguimiento médico y educación para garantizar seguridad y calidad de vida.
Por Sofía Saturno
Cada 18 de noviembre se celebra este día con el objetivo de sensibilizar sobre la necesidad de un control estricto en pacientes que reciben anticoagulantes, medicamentos que evitan la formación de coágulos sanguíneos y previenen complicaciones graves como trombosis, embolias o accidentes cerebrovasculares.
En la región, se estima que más de 5 millones de personas reciben anticoagulantes, principalmente por diagnósticos de fibrilación auricular, trombosis venosa profunda y enfermedades cardiovasculares. En países como Colombia y México, estudios hospitalarios muestran que entre el 8% y 12% de los pacientes internados están bajo tratamiento anticoagulante.
En hospitales nacionales como el Almanzor Aguinaga (Chiclayo) y el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati (Lima), se reporta que miles de pacientes dependen de la warfarina y otros anticoagulantes cada año. Investigaciones locales han demostrado que la variabilidad genética de los pacientes peruanos influye en la dosis necesaria, lo que hace imprescindible un control individualizado.
El aumento de la población adulta mayor y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares en Perú hacen que cada año más personas requieran anticoagulación, especialmente en EsSalud y hospitales regionales.
Un mal control puede derivar en hemorragias, interacciones con alimentos (como los ricos en vitamina K) y complicaciones graves. Los pacientes deben realizar controles periódicos de coagulación (INR) y mantener comunicación constante con su médico para ajustar dosis y prevenir riesgos.
La campaña internacional busca reforzar la educación sobre el uso correcto de los fármacos y la importancia de no suspender el tratamiento sin supervisión. El paciente anticoagulado requiere comprensión y apoyo en su entorno familiar y laboral, ya que su tratamiento implica cuidados diarios.
Recomendaciones para la convivencia:
• Respeto y empatía: Evitar estigmatizar su condición.
• Apoyo en controles: Acompañar en visitas médicas y recordar horarios de medicación.
• Alimentación consciente: Comprender que ciertos alimentos pueden alterar el efecto del tratamiento.
• Prevención de accidentes: Crear ambientes seguros para reducir riesgos de caídas o golpes.
• Comunicación abierta: Escuchar sus preocupaciones y fomentar confianza.
Médicos y enfermeras son clave en la educación y seguimiento, evitando complicaciones y reforzando la adherencia. Asociaciones médicas y hospitales realizan charlas y talleres para pacientes y familiares, reforzando la importancia del control.
El lema “El buen control es nuestro mejor salvavidas” resume la esencia de la jornada: la vida de millones depende de un seguimiento riguroso y del apoyo de su entorno.
El Día Mundial del Paciente Anticoagulado en Perú y Latinoamérica recuerda que la prevención, el control médico y la convivencia respetuosa son claves para mejorar la calidad de vida de quienes dependen de estos tratamientos.




