Detección de VIH y hepatitis sería insuficiente en Europa, alertan autoridades –
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) advirtió que las políticas de prueba contra
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) advirtió que las políticas de prueba contra enfermedades potencialmente mortales, como el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), así como la hepatitis B y C, están desfasadas en los 27 países miembros de la Unión Europea, incluyendo a Islandia, Liechtenstein y Noruega. Según el informe, desde el 2018, año en el que esta misma entidad publicó nuevas directrices para el diagnóstico de las enfermedades en cuestión, las naciones examinadas no han actualizado sus recomendaciones de pruebas.
En la región, se registran más de 650,000 casos de VIH. Aunque se descubrió que, en el 92% de los casos, los pacientes recibieron un diagnóstico, más de la mitad lo recibieron tarde. Dado que los síntomas pueden tardar de 3 a 5 años en aparecer, los afectados padecen «mayor riesgo de morbilidad, mortalidad, peores resultados del tratamiento y de transmitir el virus a otras personas», afirmó el ECDC. Cabe destacar que, en seis estados de Europa, el acceso gratuito a un test aún está sujeto a restricciones.
Por su parte, se estima que 5,4 millones de personas viven con hepatitis B o crónicas. El centro indicó que la tasa de diagnósticos tardíos también es alta en estos casos. Señaló que los pacientes no notan la infección hasta que presentan “complicaciones potencialmente mortales, como cáncer de hígado o insuficiencia hepática causada por la cirrosis”.
Aunque 22 de los 30 países estudiados tienen planes nacionales contra la enfermedad, pocos tienen la data suficiente para estimar qué porcentaje de la población fue diagnosticada. En el caso de la hepatitis B, estos son Grecia, Irlanda, Países Bajos y Polonia; para la hepatitis C, son Grecia, Irlanda, Malta y Eslovenia.
Ante estos resultados, se reafirma lo previsto por el ECDC a principios de año: Sin una inversión significativa en salud pública, Europa no cumplirá sus objetivos en el control de enfermedades de transmisión sexual y tuberculosis




