un dominio cuestionado en París 2024 – Agencia de Noticias Órbita
La selección de baloncesto de Estados Unidos continúa siendo la gran potencia en el panorama internacional, con cinco oros

La selección de baloncesto de Estados Unidos continúa siendo la gran potencia en el panorama internacional, con cinco oros consecutivos desde Pekín 2008 y ocho de los últimos nueve Juegos Olímpicos. Sin embargo, el oro logrado en París 2024 dejó más interrogantes que certezas sobre la brecha que separa al baloncesto norteamericano del resto del mundo.
En el torneo olímpico, EE. UU., liderado por LeBron James y un elenco de estrellas como Stephen Curry, sufrió más de lo esperado. En las semifinales contra Serbia, el equipo norteamericano estuvo al borde de la eliminación tras verse 17 puntos abajo en el segundo cuarto (25-42). Solo un triple decisivo de Curry a poco más de dos minutos del final permitió el triunfo por 91-95.
La final contra Francia tampoco fue un paseo. Aunque dominaron el marcador durante la mayor parte del partido, los estadounidenses tuvieron que esperar hasta los últimos minutos, nuevamente gracias a destellos de Curry, para asegurar el oro con un 98-87.
Este torneo dejó en evidencia que el dominio aplastante de Estados Unidos no es tan inalcanzable como en los días del Dream Team de Barcelona 92. Equipos como Serbia y Francia han demostrado que pueden competir de igual a igual con los norteamericanos en momentos clave. La brecha entre el baloncesto europeo y el estadounidense parece reducirse, al menos en el contexto internacional.
Sin embargo, figuras como Kevin Durant rechazan esta idea. Con cinco oros olímpicos en su haber, Durant defendió la supremacía estadounidense en el podcast Out of the Mud:
“¿Que nos alcanzaron? ¡Por supuesto que no! Serbia nos ganó un partido ajustado, pero les vencimos tres veces este verano. Francia nos ganó una vez, pero les derrotamos por el oro en Tokio y nuevamente en París. No puedes usar a tres jugadores (Wembanyama, Jokic y Antetokounmpo) para afirmar que están cerca. El hecho de que la gente les dé crédito por un partido reñido demuestra que aún no pueden competir con nosotros”.
París 2024 deja un mensaje claro: aunque el talento individual de los jugadores estadounidenses sigue marcando la diferencia, la creciente competitividad global exige a EE. UU. mantener su nivel más alto para conservar su hegemonía. Equipos como Serbia y Francia han mostrado que la diferencia no es insalvable, y con figuras internacionales emergentes, el baloncesto mundial sigue evolucionando, desafiando la supremacía estadounidense en cada torneo.