🔥 ¡Bryan Torres contra las cuerdas! Nueva joven revela: “Tuve intimidad con él mientras Samahara estaba embarazada”

A Bryan Torres ya no le alcanzan las excusas ni los parches para tapar su historial de travesuras.

Cuando parecía que el escándalo con Samahara Lobatón ya no podía crecer más, ¡boom! Aparece Sandra, una jovencita que en ‘Magaly TV: La Firme’ destapó su ‘affaire’ con el cantante mientras la hija de Melissa Klug aún estaba en la dulce espera.

«Tuve intimidad con él en octubre del 2024 cuando Samahara todavía estaba embarazada», declaró Sandra sin rodeos, mientras Magaly Medina miraba todo con cara de “te lo dije”. Pero eso no es todo, porque la muchacha también sacó chats que confirmarían su versión.

En una de las conversaciones expuestas, Sandra le escribe a Bryan: “Huelo a ti bebé”, a lo que el cantante responde con total frescura: “¿En serio? Gracias mi amor”. Un detalle que, sin duda, hizo que parte de la producción soltara un sonoro ¡ayyyyyy! de incredulidad.

Y por si alguien dudaba, las fechas coinciden. En octubre del 2024, Bryan Torres y Samahara Lobatón anunciaron su reconciliación con un mensaje lleno de promesas de cambio: “Hemos aprendido de nuestros errores… Tenemos una familia que debemos sacar adelante por los niños”. Claramente, el único que no aprendió nada fue Bryan.

Lo curioso es que, a pesar de todo, Samahara ha optado por un misterioso silencio. Mientras tanto, Bryan parece estar aplicando la técnica del avestruz: esconder la cabeza y esperar que pase el huracán. Pero con cada nueva revelación, la tormenta se pone más fuerte.

Magaly, fiel a su estilo, no se guardó nada y comparó a Bryan con Christian Domínguez, insinuando que el salsero sigue el mismo ‘manual de infieles en aprietos’. Y razón no le falta, porque la historia de Torres ya parece una secuela mal escrita de un ampay pasado.

Con esto, la pregunta del millón es: ¿seguirá Samahara aguantando o ya estará tramitando su pase al club de las ‘solteras empoderadas’? Lo cierto es que, a este paso, Bryan ya no tiene dónde esconderse y solo le queda ‘apechugar’, como diría la ‘urraca’.